Tener tiempo para ser tú mismx: ¿Mito, mentira, o reto? Pt. 2
Bienversados de vuelta a (Dicho Sea Entre Paréntesis).
Voy a comenzar con una Fe de Erratas, porque cometí un error de juicio y memoria en la primera parte de éste tema, cuando mencioné que una…
¡Ruptura epistemológica!
… es un impedimento analítico, una incapacidad de mirar más allá o preguntarse… y oh, me he confundido de término, ya que a ésto, en las formas de estructurar el pensamiento en las que apoyo mis sentires, se le llama:
¡Obstáculo epistemológico!
(Dicho Sea Entre Paréntesis: es, gracias a éste obstáculo epistemológico, a éste lugar en que se los “por qués” de los “por qués” de las cosas no aparecen ante nuestras visiones —cegadas éstas por lo primordial, lo nuevo y llamativo, o dicho de manera más precisa: el momento en que lo subjetivo antecede y rebasa por completo a lo objetivo— que se pierde la visibilidad de la enteridad de un fenómeno, llámese el fuego, una nueva pasión, la embriaguez de un amor recién aparecido, o tu más reciente obsesión en turno… ¡Lotería! Digo… ¿Qué? Ennn fin… ya me explico, ¿o no?)
En caso de que no haya llegado al punto, iré un poquito más lejitos, así, usando éstos diminutitos (o minutos chiquitos), que me restan pa’ dejarlo en claro todo.
Retomemos rápidamente el ejemplo del fuego.
Planteaba yo, como el iletrado infeliz que soy, la idea del fuego como una analogía a aquello que posee la habilidad de engañarnos a primera vista:
El fuego es una imagen hermosa, que nos hipnotiza y nos permite percibirlo como un hecho espiritual, poético, digno de dedicatorias, lunadas y noches de guitarras y cantadas. Pero, en contrapunto, o desde una óptica del pensamiento, el fuego es una entidad imposible de analizarse: no es ordenada, su caos es demasiado como para hacer mesura de cualquier término que nos permita, siquiera, obtener algo valioso )en cuanto al pensamiento), de la misma existencia del fuego.
La danza del fuego es el pináculo de la inmediatez, de lo fugaz, de lo que llega para irse y quizás jamás volver. El fuego nos atrapa porque nos brinda información hermosa de manera inmediata y, así, también, se esfuma de manera inmediata. Quiero ser más preciso en ésa metáfora: todo lo que ignita (es decir, toda combustión), sostiene como resultado una fuga de energía que, transformada en un dañino gas, se esfuma ante nosotros de manera constante. Mientras el fuego quema y enamora a los ojos, se está también esfumando, encumbrando su camino hacia el olvido. ¿Me explico más así?
¿Pero qué pasa cuando miramos al fuego extinguirse? ¿Qué pasa en nosotros cuando permanecemos ante él, un tiempo suficiente como para que el acto de contemplarlo se torne en preguntas?
Por eggzampol:
¿Es la única función del fuego la de brindar calor?
¿Su único componente realmente activo, es la combustión?
¿Por qué lo inmediato dejó de ser interesante cuando cesó de ser inmediato?
¿Quién soy yo sentado aquí en la hermosa biblioteca del CIESAS, (juzgando a nuestro combustionario amigo el fuego), escribiendo éstas preguntas sin siquiera tener un fuego en la proximidad espacio-temporal? ¿No me convierte ésto en un farsante… un charlatán?
¿Por qué la imagen del fuego es tan nítida en mi memoria, y a la vez tan difusa en sus características físicas?
¿Realmente hay algo más allá del fuego, al otro lado de su combustión, o es sólo un arraigo humano a fascinarse por lo desconocido?
Podría seguirme preguntando cosas sobre el fuego, que al final llegaríamos todos a la misma conclusión:
El fuego, como todo lo que nace en ignición, podría extinguirse de no ser:
1) Observado no sólo por su topología (es decir: lo bello, o atractivo, u orbitable que es)
2) Observado de manera crítica y/o analítica, lo más objetivamente posible; dejando a un lado el sentir del sujeto que lo mira (o sea tú, o yo, o quienquieraquesea), y ponernos más enfocados en la acción de mirar al fuego (o, sin metáforas, observar al mundo, vaya), siempre con —imaginarias—, libreta y pluma en mano para de ello obtener un resultado.
¿O a poco sólo viniste al mundo a verlo por encimita y enamorarte de las superficies de las cosas?
La neta a mí me daría mucha flojera habitar el mundo así: sin ver, andando casi a ciegas, sin preguntarme…
¿Qué es ésto que me rodea? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cómo vino a ser el mundo en el que habito y por qué existe? ¿Cómo le hago para quitarme éstas malditas ganas de conocer todo de ti, persona increíble, objeto deseable, mundo hecho de calamidades, circunstancia incomprensible, o loqueseaqueseas, ¡carajo!?
Ya va másomenos explicándo éste pobre onvre, ¿no? —estarás pensando—.
Ahora bien. Vamo’ palante:
Lo subjetivo (lo que piensas de primera instancia sobre cualquier cosa), le pertenece al orden del pensamiento común.
Un ejemplazo:
“¡Qué bonito fuego!” —dijo la Bruja Calamidad al ver a Calcifer en el castillo del mago Howl por vez primera.
En contexto y sin pretexto :P
La Bruja Calamidad mira a Calcifer, un fuego tan vivo que tiene hasta una personalidad envolvente, y que habita en la chimenea del castillo vagabundo. La personalidad de Calcifer es tan brutal, que la Bruja Calamidad no para de mirarlo, su fascinación es enorme porque, a diferencia de lo que se dice comunmente, la Bruja Calamidad no busca el corazón de Howl, sino el corazón de un onvre joven, cualquiera que éste sea: en éste caso, Howl.
¿Por qué menciono ésto?
Bueeeeno… easy peacy! Volviendo al tema de observarle las entrañas al mundo, para entender mejor, actuar mejor y ser mejor, la simpática bruja no tiene el conocimiento en mano: desconoce que Calcifer es un demonio poderoso. Tampoco sabe que la operación de ese castillo, de magia impresionante, depende de lo vivo que esté Calcifer o no (de lo avivado que esté el fuego, vamos). Así mismo, la bruja desconoce el tipo de “contrato” (o codependencia, visto desde la psicología), que existe entre Howl y Calcifer. ¿Cierto? ¿Síoké?
Entoooonces, mi gente bonita, ¿qué sucede acá con la brujita pachoncita? Bueno, lo que sucede es que, al verse envuelta por la idea superficial del fuego, está perdiendo toda la información que yace detrás de él. Si la bruja hubiera sido un tanto más inteligente, habría sido paciente, lo suficiente como para tomar control de Calcifer y Howl por igual, haciéndose más poderosa que el mago más poderoso de dicho universo. La pobre se ve tan envuelta por lo visual que se pone un pinshi quemadón bien brutífero en algún punto de la peli.
No es que yo los inste a utilizar la razón, el pensamiento crítico y el análisis para ser poderosos, pero… en cierta forma, éste pedo de no ser perezoso, y de pensarle a fondo, medio que sí es un súper poder.
¿Por que, señor Opo, clama usted que pensar críticamente es un súper poder? ¿Me quiere ver la cara de estúpidx?
Sí. Siempre.
Pero también quiero que tú lo puedas hacer. Que se sienta bonito mirarte analizar y pensar fuera de tus prejuicios. Que preguntarte pueda llevarte también a un crecimiento suficiente como para saber que…
Tener tiempo para ser tu mismo NO es una mentira.
O lo que es lo mismo, pero en antónimo:
Tener tiempo para ser tu mismo ES una verdad.
¿Cómo así, pana? Sencillo: en la medida de tus vistas, análisis y críticas, podrás darte cuenta que el mundo que nos han hecho creer que vivimos, es un mundo que algunos pocos inventaron para hacerte sentir que, en efecto, no puedes ser tú mismx porque tienes que “entrarle al juego”, porque si no tienes nada de lo que debes tener: una carrera, unas finanzas estables, un casamiento, hijos, un auto y el techo que tanto te mereces pagar durante 7250 años luz (porque sí, los créditos deberían medirse en distancias ya), entonces no eres nadie.
Y, bueno, si tienes más de dos dedos de frente sabrás que ésto no es así, que la vida es mucho más compleja, y que en esas “complejidades” se encuentra la verdadera carnita del asunto de estar vivos. Entrecomillé complejidades porque es una paradoja muy rara:
Lo que al grueso de la población le parece complejo de mirar, de observar, analizar, o pensar, está compuesto de los detalles más simples que puedas imaginar. En realidad todo comienza con una pregunta, que lleva a otra pregunta y se ramifica en 700 millones de preguntas al día, volviéndonos a la infancia, ésta etapa que tantas personas dejan atrás, so pretexto de “la madurez”, otra de las falacias que el sistema inventó para tenernos controlados y cuadraditos y grises y pendggos, y que se pierden de la fascinación del mundo, de ser investigadores científicos natos, de preguntarse “¿por qué?, como a los seis, pero toda su vida. Porque una cosa es crecer, aceptar y avanzar acorde a la circunstancia, otra cosa es dejarse morir, ahogados en la idea de que el sistema es más grande que nosotros y que la batalla está perdida.
Tener tiempo para ser tú mismx, de ahora en adelante, es un reto que te impongo, prrx.
Si llegaste hasta aquí, caona o caon, te chigaste:
De hoy en adelante tu premisa de vida es preguntártelo todo, volver a ti mismx a través de esas preguntas, renacer de las cenizas en que el fuego terrible del sistema te convirtió. El reto es que en cosa de unas semanas, meses o años, puedas sentirte realizadx por el siemple hecho de saber que estás vivo, porque, acá entre nosotros, esto de estar vivo, sépase de dónde carajos nació, o cómo, o por qué, pero qué bonito regalo poder reconocernos, estar consientes y poder besuquearnos las almas cuando nos escribimos y leemos mutuamente, ¿no?
Quiero verlos vivos, preguntándose cosas, sabiendo otras nuevas, buscando alternativas en acciones de comunidad. Necesito que estén atentos, que busquen más allá, que sientan todo y nos lo cuenten.
El más grande reto de ser tu mismx, es saberte vivo. Piensa en pausa. Respira. Estamos juntos en ésto.
Te amo, hermanx vivx.
Gracias por leerme. Ya te la sabes: suscríbete para apoyar mi trabajo. Comparte para ayudarme a acumular y poder vivir de ésto.
Salu2.
Spiral Out.